Ya en otros artículos anteriores he tocado el tema de la robotización y del aprendizaje autodidacta (tanto de Java como lenguaje de programación, como de Android como lugar donde puedes aplicar tus conocimientos en Java). Hace unos días, hablando con mi pareja, me di cuenta de la necesidad que existe de pedagogía para que la sociedad se de cuenta de qué tipo de cambio se nos echa encima, y de qué pueden hacer al respecto. Es decir: ¿sabes qué es la robotización, y cómo adaptarte a ella?
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ACTUALIZACIÓN: he escrito un artículo sobre la destrucción de empleo por la robotización. Léelo para hacerte una idea de qué está pasando de verdad.
¿Qué es la robotización? O, mejor dicho, ¿qué es un robot?
Esto es en lo que la mayor parte de las personas suelen pensar cuando oyen hablar de robotización:
Fotograma de la película "Yo, Robot"
No obstante, la robotización será algo más parecido a esto:
Te preguntarás dónde está el robot en la segunda imagen.
Pues bien, cada vez que oigas hablar de robotización, ten presente lo siguiente: un robot es software que puede precisar, o no, una estructura mecánica para operar.
Olvídate del futuro rodeado de robots humanoides. La robotización no va a consistir en la sustitución de los trabajadores por androides en una proporción 1:1, sino en la sustitución de una cantidad indeterminada de trabajadores (que se van a ver afectados de manera directa o indirecta) por una pieza de software que va a ser más eficaz que todos los trabajadores que ha sustituido.
Y ese robot va a vivir en un ordenador silencioso. Silencioso e invisible.
¿Has oído hablar de que, en un futuro, los robots van a cotizar por los humanos que sustituyen? ¿Te das cuenta de que, en la mayor parte de las ocasiones, no va a ser posible calcular, ni de manera aproximada, a cuántos humanos puede sustituir un programa de ordenador?
La #robotización va a ser invisible: los robots serán en su mayoría unidades de software, y no androides.
La robotización ya está aquí. ¿Qué puedes hacer al respecto?
Sí, la robotización ya está aquí. Para verla, no tienes más que pararte a pensar en todas las aplicaciones que te ayudan a realizar tareas en tu vida cotidiana. ¿Compras a través de internet? ¿realizas operaciones a través de una aplicación en el teléfono? Ahí tienes la robotización. Ya no es necesario que te atienda un cajero, ni que nadie friegue los cristales del local, ni son tan necesarias las empresas especializadas en reformas, o en decoración de interiores. La robotización afecta a todas las áreas, de manera directa o indirecta.
Esto también es robotización
Y esto no es algo que haya comenzado ahora; ya hace muchos años que existen los cajeros automáticos y las centralitas telefónicas automáticas. No obstante, con el avance tecnológico de los últimos años la robotización se ha acelerado considerablemente.
Tienes dos opciones
Básicamente, hay dos cosas que puedes hacer al respecto. Una de ellas es resistirte. Puedes seguir insistiendo en comprar en tiendas físicas siempre, y no utilizar nunca cajeros automáticos, ni cajas automáticas en supermercados, y reducir el consumo de todo tipo de productos cuya producción se haya automatizado.
El problema de esta opción es que no solo no estás deteniendo el cambio, sino que tú no te estás adaptando.
La segunda opción, como puedes imaginar, es adaptarte.
¿Cómo adaptarme a la robotización?
La respuesta a esta pregunta es muy sencilla: aprende una nueva profesión.
Pero esta respuesta tan sencilla de expresar es difícil de poner en práctica. Y la razón de esto es que, aunque el presente sea el momento en el que más recursos para el aprendizaje tengamos a nuestra disposición, la sociedad nos ha moldeado para vivir la vida "en etapas". La etapa formativa, la etapa de trabajar, la etapa de formar una familia y "sentar la cabeza".
No obstante, no existen estas etapas. Esta división de la vida es artificial, y estamos tan acostumbrados a verla que la hemos asimilado como cierta e inmutable. En realidad, no hay motivo para pensar que, una vez que se acaba tu etapa formativa, no puedes aprender una profesión desde cero y darle un giro a tu vida. Y la idea de que los treinta y tantos/cuarenta (o cincuenta, sesenta, o cuanto quieras poner) son ya una etapa de obtener resultados, y no de nuevos comienzos, está muy extendida.
Pero es falsa. Nunca es tarde para comenzar desde cero.
Nunca es tarde para comenzar desde cero
Las excusas del estilo ya no tengo 20 años, ahora no voy a ponerme a aprender desde cero o la tecnología se me da mal son solo eso, excusas, que limitan tu desarrollo personal y te obligan a conformarte con una vida que no te satisface.
El aprendizaje no es una etapa, es una actividad que se realiza de manera continua durante toda la vida. No necesitas matricularte en la universidad para esto: con este artículo quiero romper con patrones de comportamiento y pensamiento impuestos por la tradición y la sociedad, de manera que tampoco voy a reivindicar un método de aprendizaje que, cada año, se queda más atrasado. La decisión está en tus manos: investiga las profesiones emergentes, busca recursos en internet y fórmate de manera autodidacta. Puedes hacerlo: solo necesitas creer en ti mismo.
He estudiado una carrera y tengo 35 años. ¿Tengo que empezar de nuevo?
Este apartado está dedicado sobre todo a las personas con carreras de letras.
La respuesta corta es: sí.
Ya he hablado de este tema en mi página sobre mí. Solo baste decirte que yo tengo 38 años y estoy licenciado en Filología Eslava y en Traducción e Interpretación. Hablo ruso, inglés y esloveno.
Y te entiendo: cuando uno estudia una carrera, no lo hace solo por aprender. Lo hace por ambición: porque algún día quiere vivir de eso. Nadie termina una carrera solo por el afán de aprender: son demasiadas asignaturas que no te interesan, y demasiados profesores que no saben realizar su trabajo, como para mantenerte hasta el final únicamente por el deseo de aprender.
Si hablas de esta frustración con personas que no tienen estudios superiores, es problable que te encuentres con incomprensión, y con la afirmación de que "por lo menos tú tienes un título". Pero tú no has estudiado por "tener un título". Has estudiado una carrera concreta para realizar una profesión concreta. A las personas que no tienen estudios superiores les puede frustrar el verse limitados por no haber estudiado; a ti te frustra el verte limitado a pesar de haber estudiado. Te sientes engañado.
¿Para esto estudié?, te preguntas
Estudiar una carrera es ambición. Y una inversión muy grande de esfuerzo, dinero y tiempo. No es fácil dejarlo todo atrás y empezar de nuevo.
Y, como te he dicho antes, tu cerebro, bien amaestrado, busca una justificación a todo ese esfuerzo, dinero y tiempo invertidos. Lo sé, yo también he pasado por esto. Tienes 35 años y entras en la etapa de los resultados. ¿Dónde están los resultados? ¿Por qué sigo con 35 años con este trabajo, que no precisa cualificación, que comencé justamente para pagarme la carrera? El problema es que, en ocasiones, no hay resultados satisfactorios. Tu carrera no tiene salidas. O las tiene, pero mal pagadas. O las tuvo, hace diez años, pero internet y la falta de una regulación decente te obligan a cobrar un sueldo miserable.
Quizá aún te quieras resistir. Seguir formándote en tu disciplina. Hacer un máster para especializarte.
Pero es muy probable que, con ese máster, estés metiéndote en un agujero más hondo: estás invirtiendo más dinero, más esfuerzo y más tiempo en una actividad que, muy posiblemente, va a seguir sin reportarte un beneficio suficiente. A veces es difícil decirse la verdad a uno mismo, y no huir hacia delante.
Una vez hecho el máster quizá te digas a ti mismo: ¿para esto he pagado un máster de 2000€? Al encargado del <inserta nombre de cadena de comida rápida> le va a dar igual mi formación.
No obstante, eso no es lo peor. Lo peor es que el encargado no llegará ni a ver tu currículum, porque tiene cientos entre los que escoger.
¿Y sin le das un giro a tu vida?
Así que sí: te propongo que seas sincero contigo mismo y que salgas de ese agujero. Ojo: no te propongo que te rindas. Rendirse sería que te conformaras con ese trabajo que no precisa cualificación, y del cual igual te despiden mañana porque tu tarea la realiza un programa que tu jefe va a comprar. Fíjate en las pantallas táctiles que han implantado en los McDonald's.
No. Te propongo que te pares a reflexionar. Que te des cuenta de que tu formación, o tu falta de ella, no eres tú. Que uno no es traductor, ni filólogo, ni historiador. Sino que tiene formación de traductor, filólogo o historiador. Es un bagaje que tienes, que forma parte de la complejidad de tu persona, pero que no eres tú.
Y que ese cúmulo de conocimientos, recuerdos, experiencias que conforman tu persona es muy capaz de aprender cualquier cosa, en cualquier momento. Con independencia de tu pasado. Porque lo que cuenta es tu futuro, y tu futuro está en tus manos.
Tu formación no te define. Tu pasado no te define. Eres la persona que escoges ser. Y mañana mismo puedes empezar una nueva vida.
¿Y ahora qué?
Una vez que has admitido que comenzar desde cero es tan buena idea como cualquier otra, olvídate de todas tus ideas preconcebidas sobre es que a mí X no se me da bien. Porque es otra idea falsa.
Cada vez que me tropiezo con alguien que hace semejante afirmación, yo pienso lo siguiente: el problema de esta persona es que nunca ha tenido un buen profesor que le haya enseñado con un método eficaz.
No se te da mal la tecnología. No se te dan mal los idiomas. Lo que ocurre es que nunca has tenido un buen profesor.
A partir de ahora tú vas a ser tu propio profesor. Y vas a ser tu mejor profesor. ¿Qué quieres aprender? Apréndelo.
Tus primeros pasos
Ten paciencia. Vas a aprender una profesión nueva. No la aprenderás en un fin de semana. No obstante, si comienzas hoy, dentro de un año tendrás resultados estupendos.
En primer lugar, es recomendable que aprendas inglés
La mayor parte de los recursos que encuentres, tanto gratuitos como de pago, están en inglés. Olga Akimova, una chica rusa afincada en España, escribe Hackeando Idiomas, un página web en la que te muestra multitud de trucos para aprender idiomas.
Si te lo planteas con seriedad y sigues sus consejos, puedes aprender inglés en tres meses. Y eso no es todo: si sigues su estrategia de 7 días, podrías empezar a hablar antes de lo que piensas. Descárgate su aplicación y ¡comienza a aprender!
A continuación, investiga profesiones emergentes y fórmate
Aprende con cursos en línea
Que estén relacionadas con la tecnología no implica necesariamente que tengan que estar relacionadas con la programación. En Lynda puedes encontrar centenares de videocursos (en español, inglés o francés) sobre diseño en 2D y 3D, edición de audio y video, animación de personajes y diseño de juegos, márketing online, Google Adwords (dos ejemplos de profesiones emergentes que son menos técnicas), y tutoriales para aprender a utilizar decenas de herramientas distintas. Échale un vistazo a Google Actívate.
¿Sabes qué es la cadena de bloques?
Échale un ojo a las criptomonedas y a la tecnología detrás de ellas: la cadena de bloques. Las criptomonedas son mucho más que Bitcoin: son una tecnología que va a permitir prescindir de intermediarios y que tiene el potencial de descentralizar una gran cantidad de actividades. La cadena de bloques de Ethereum permite crear contratos inteligentes.
¿Estás interesado en realidad virtual?
Oculus, la empresa propiedad de Facebook que se dedica a la venta de gafas de realidad virtual, ha reducido hace poco a la mitad el precio de sus terminales. Esto quiere decir que, en breve, los terminales de RV van a inundar el mercado. Puedes aprender a utilizar Unity para crear entornos de realidad virtual.
¿O quizá te interesan los sensores y los dispositivos conectados?
¿Quieres aprender qué es el Internet de las Cosas, y crear tus propios dispositivos? Puedes hacerlo con Android Things. Y puedes aplicar lo que aprendas para crear una red descentralizada de dispositivos, utilizando IOTA.
En Udacity puedes encontrar decenas de cursos, gratuitos y de pago, sobre realidad virtual, programación de aplicaciones, coches autónomos, inteligencia artifical y un largo etcétera.
Vete a Amazon y busca manuales con buenas valoraciones. Hay decenas de ellos, tanto en inglés (suelen ser más baratos) como en español.
No te rindas. Investiga. Persevera. El único enemigo de una persona es ella misma: que no te falte fe en ti mismo.
¿Qué es la robotización?, comencé el artículo preguntando. Pues bien: la robotización es un cambio social debido al avance tecnológico. Pero, como todos los cambios sociales, tiene muchos matices y está lleno de oportunidades, si quieres aprovecharlas: alguien tiene que diseñar y programar todo ese software, alguien tiene que realizar campañas de marketing, alguien tiene que crear las plataformas que se utilizan para venderlos.